sábado, 18 de julio de 2009

Soy... biologo...



Ser biólogo no es fácil. No, no estoy pensando en la falta de subvenciones, ni en lo dura que es la investigación o la vida del becario, la precariedad laboral ni todo eso, que es duro, sí, pero yo me refería a algo más prosaico, más cotidiano. Porque, si eres biólogo, hasta una simple presentación se hace complicada. Y en gran medida la culpa es de Hollywood. Sí, de Holliwood. Me explico.
Si tú eres abogado, y vas a cenar y te presentan a alguien nuevo, cuando te preguntan a que te dedicas simplemente contestas: soy abogado. O soy lampista, panadero, enfermera, arquitecto… pero ¿que pasa si dices que eres biólogo?
Primero, el alzamiento de ceja.
Porque claro, biólogos los hay de muchos tipos. Y no es lo mismo. A veces es un simple problema de indumentaria. Si te dicen que alguien es abogado, te lo imaginas más o menos trajeado. Al medico le ponemos su batita y estetoscopio. Al arquitecto sus rollos de planos y al mecánico el mono de trabajo. Pero al biólogo… en primer lugar no saben ni como vestirte…
De ahí el primer alzamiento de ceja.
Porque hay biólogos de bata y biólogos de bota. Así que primero te ponen un cazamariposas en las manos, pero luego les viene a la memoria que los de los clones también son biólogos, y te ponen la bata. Por lo que les queda una mezcla rara y no saben muy bien a que atenerse. Y la culpa es de Hollywood. Y ahí es cuando llega el segundo alzamiento de ceja. Porque normalmente, en una presentación, el tema de la profesión quedaría ahí.
-abogado.
-ah, que interesante, yo soy carpintero.
Y ha hablar de otras cosas.
Con el biólogo no pasa. Van y te preguntan:
-pero a qué te dedicas?
Y la culpa la tiene Hollywood.
Porque los biólogos somos culpables de todos los males. Hemos soltado innumerables plagas, creado pandemias y virus letales que fulminan a los amigos de Dustin Hoffman o del actor guapete de turno. Hemos clonado a una amplia variedad de extraterrestres, villanos y criaturas sumamente letales. De hecho, clonamos dinosaurios como quien hace palomitas, y soltamos alegremente tiburones mega-asesinos siniestros. Y sin pestañear. Así que es lógico. Alzamiento de ceja y pregunta de rigor. Más que nada por saber si han de salir corriendo ya o se pueden quedar hasta el postre.
Pero a ver, ¿quien, en su sano juicio, le pregunta a un científico sobre su trabajo? No es sensato. Así que, en primer lugar, tratas de dar una explicación sencilla a su aparentemente sencilla pregunta.
-trabajo en un laboratorio.
Segundo alzamiento de ceja.
Te han quitado el cazamariposas, pero ahora se han acordado de Dustin Hoffman, los virus y los clones. Aun no han descartado a los dinosaurios. El postre cada vez les apetece menos.
Así que das una explicación más larga, algo que suene aburrido, inofensivo (eso es lo más importante) y sencillo. Vamos, lo que es. ¡¡Pero el abogado no ha tenido que hacerlo!! A todas estas se te está enfriando el segundo. Pero al menos han bajado las cejas y parece que se quedan al postre. Y ahora, que ya saben que eres biólogo, viene lo peor. Pero eso, lo dejamos para otro día, que tengo dinosaurios que clonar.